El Servicio de Atención Psicológica de la Universidad de Málaga nace en 1986 para dar respuesta a una doble demanda. Por un lado, para cubrir la formación de alumnos de últimos cursos de psicología y, por otro, para atender los problemas de tipo psicológico que se plantean en la población universitaria y que, a menudo, pueden repercutir en el rendimiento académico o profesional de quienes lo sufren. Es la profesora Aurora Gavino quien comienza y desarrolla el proyecto inicial.

En 1993, el servicio dependía de la Dirección General de Servicios Asistenciales de la Universidad de Málaga. Un importante incremento presupuestario permitió la contratación en régimen de prestación de servicios de cuatro profesionales para consolidar la labor asistencial. Se había producido un creciente número de demandas, tanto en cuanto a las necesidades de ayuda terapéutica para alumnos, profesores y Personal de Administración y Servicios (PAS), como en cuanto a la petición de orientación y colaboración con la escuela infantil de la Universidad.

También se institucionalizó la labor formativa con la colaboración en la docencia de la asignatura del prácticum de psicología y las prácticas de los alumnos del Curso de Experto (y posterior Master) en Psicología Clínica y de la Salud.

Se emprendieron proyectos de colaboración con otras instituciones públicas malagueñas (Policía Local, Instituto de la Mujer, Centros de Formación del Profesorado, etc.) y, lo que es más importante, se dotó al SAP de un reglamento que regularizaba su funcionamiento. Este reglamento fue aprobado por la Junta de Gobierno en su sesión del 15 de junio 1993.

Además de la actividad clínica, es importante mencionar la labor docente que desarrollan nuestros profesionales contribuyendo a la formación de los alumnos de prácticum y de postgrado.　

Contamos con unas instalaciones ubicadas en el Edificio de Psicología y Ciencias de la Educación que disponen de 5 despachos para uso clínico y otro para uso administrativo, además de una sala de espera y 2 servicios.

En el año 2007, el SAP inició su andadura hacia la excelencia, desplegando para ello los protocolos necesarios.

Los pasos dados hasta el momento han sido los siguientes:

1. Implicación del personal en el proceso de calidad.

2. Definición de la misión y visión del Servicio.

3. Definición de los procesos claves.

4. Establecimiento de los medidores de dichos procesos.

5. Definición de las competencias.

6. Implantación de la gestión por procesos.

7. Redacción de la Carta de Servicio.

El equipo está formado por cuatro personas contratadas a tiempo parcial. Las cuatro realizan labores de psicología clínica y sexología, se trata de Josefina Cano Marín, Ana María Regueiro Ávila, Mariela Checa Caruana y Miguel Ángel Rando Hurtado. De estas cuatro personas una asume las labores de coordinación, en la actualidad, es Miguel Ángel Rando.

Además de ello el SAP cuenta con profesores de la Facultad de Psicología que colaboran en funciones clínicas y con colaboradores honoríficos (profesionales previamente formados en el SAP).

También contamos con una plaza de administrativo.

Las labores asistenciales son fundamentalmente:

• Atención clínica a adultos. Tanto individuales como grupales.

• Atención clínica infantil.

Las labores docentes:

• Formación de alumnos de prácticum en el itinerario de clínica. Participan de las reuniones del equipo y asisten a intervenciones puntuales como observadores.

• Formación de alumnos de postgrado. Llevan a cabo labores de intervención supervisadas por los profesionales del SAP y tiene reuniones semanales de seguimiento.

La más demandada es la terapia individual. En cuanto a grupos los programas más demandados son los de miedo a hablar en público, técnicas de estudio y ansiedad ante los exámenes.

El perfil más frecuente es estudiante, de sexo femenino, con edades comprendidas entre los 20 y los 23 años y que presenta algún trastorno de ansiedad.

Son necesarios y, de hecho, así ha sido recogido en el ultimo Estatuto del Estudiante y en otros documentos como, por ejemplo, la redacción del Proceso de Bolonia, el marco de universidades saludables, etc., porque la Universidad (como institución) debe cubrir este tipo de demandas para garantizar la mejor adecuación posible de su comunidad al entorno universitario.

Igual que se cubren otras facetas como pueden ser las actividades culturales o las deportivas, creemos que es muy importante cubrir la salud psíquica y resolver los posibles problemas que se puedan dar de adaptación al entorno universitario.

Estos Servicios aportan todos los avances que, desde las propias Universidades, se puedan incorporar al ámbito clínico, cuentan con profesionales que están en continua formación y que constantemente intercambian experiencias entre otros servicios similares. Esto enriquece la prestación de los servicios que se pueden ofrecer. En el reciente VIII Encuentro Nacional de Servicios Psicológicos y Psicopedagógicos, celebrado en junio en Málaga, quedó patente la importancia de este tipo de Servicios.

En la actualidad, además de consolidar la labor asistencial y docente que hemos narrado anteriormente estamos trabajando en dos líneas importantes para seguir ofreciendo un servicio a la altura de las necesidades.

Por un lado, lograr la estabilidad definitiva de la plantilla que compone el SAP. Esto garantizará la continuidad de una línea de trabajo ya definida.

Por otro lado, estamos trabajando en la implantación de los sistemas de calidad en la gestión de los servicios universitarios.

Señalar que los días 13 y 14 de junio se celebró en Málaga el VIII Encuentro Nacional de Servicios Psicológicos y Psicopedagógicos Universitarios. Se reunieron un total de 63 profesionales de 21 universidades españolas y se compartieron experiencias muy enriquecedoras para todos. Esto afianza el trabajo de este tipo de servicios y les proporciona un marco de representación para dar a conocer su labor.